• “El descubrimiento de un nuevo plato es de más provecho para la humanidad que el descubrimiento de una estrella”

  • "No se puede cocinar bien si no se pone en ello el corazón,dado que, por encima de todo se trata de que reinen en torno a la mesa sentimientos de amistad y de fraternidad"

  • "Cocinar con esmero es un acto de amor."

domingo, 27 de abril de 2014

Historia De La Cocina Colombiana

 Como la mayoría de las cocinas de los diferentes países, la de Colombia está formada por la influencia de otras culturas que llegaron a nuestro país en la época de la conquista y después durante el siglo XIX y XX.
Estas culturas en cuestión fueron, para el siglo XVII y XVIII, la indígena que habitaba el territorio, la española que llegó en los viajes del descubrimiento y la africana que trajeron los iberos como esclavos para trabajar en las minas y los cañaverales. Para el siglo XIX llegaron los franceses y los ingleses, los cuales, nos enseñaron su gastronomia aplicada a toda clase de platillos e ingredientes.
Las costumbres alimenticias, entre otras, de nuestros ancestros indígenas se vieron cambiadas, por un lado, a raíz de la empresa conquistadora con la presencia de Andaluces, valencianos y aragoneses, entre otros, quienes se impusieron sobre los guisos de la Iguana, el manatí o los insectos para reemplazarlos por el ganado vacuno, por nombrar sólo un producto y por el otro con las preparaciones y las costumbres africanas, especialmente en las zonas costeras.
La variación en los platos y las influencias en las mesas colombianas depende de la zona de donde provenga así como de los recursos naturales que dispongan, éstos pueden ser abundantes o pobres en una región, así mismo los climas múltiples o los desarrollos sociales desiguales pueden repercutir en el crecimiento de una cocina propia y marcar la diferencia.
En Colombia hay diversidad de regiones cada una con sus características especiales y por consiguiente sus costumbres culinarias propias. Tenemos zonas de Costas pacifica y Atlántica, zonas selvática, zona de llanos, zona andina con climas diferentes e influencias propias y zona de valles y planicies, cada una conservó sus tradiciones y fue receptiva a las diferentes influencias. Sin embargo existen algunos platos con ingredientes compartidos y preparados a “su manera” en cada provincia como las bebidas hechas de maíz, el sancocho, las arepas, el ají, los caldos, las empanadas, los tamales, los arroces y las carnes.
De la misma manera existen platos que son muy parecidos a los españoles como el caso de los Indios de Guiso o repollo relleno, el arroz atollado derivado de la paella, el puchero asimilado al cocido, las morcillas, chorizos y longanizas herencia de los aragoneses y los pimentones rellenos.
La República de Colombia está situada en América del Sur, tiene sus costas por el océano Atlántico y por el océano Pacífico, limita al noreste con Ecuador, Perú y Brasil compartiendo el río Amazonas. Tiene tres cadenas montañosas denominándose zona Andina, al este de los Andes se extienden dos regiones: los llanos y el Amazonas, cuenta con varias islas en la costa caribeña y pacífica.
Su capital Bogotá tiene 7’350.000 habitantes (actualmente se está realizando el censo 2005) es una ciudad muy grande y próspera y está situada en la cordillera Oriental de Los Andes a 2.650 metros de altura sobre el nivel del mar y a 4 36' norte de la línea ecuatorial. Por su estratégica localización, goza de un clima primaveral, durante todo el año.
Fue fundada el 6 de agosto de 1538 por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada quien combatió con los indios muiscas cerca de Bacatá, centro de esta populosa tribu. En esta nueva ciudad se estableció el Virreinato de la Nueva Granada en 1717. En 1819, Simón Bolívar le dio la independencia y la designó como la capital de La Gran Colombia (actualmente Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela). Fue también la capital de La Nueva Granada (Colombia actual).

Desde el punto de vista gastronómico podemos dividir el territorio colombiano de la siguiente manera:
La región Cundiboyacense compuesta por los departamentos de Cundinamarca, y Boyaca con Bogotá y Tunja de capitales respectivamente, ofrece variedad de hortalizas como el apio, el repollo, el pepino, la alcachofa y de tubérculos nativos como la papa, las hibias, los ullucos y los rábanos con los cuales se confeccionan variados platos. En Bogotá, la sobrebarriga a la criolla, el ajiaco bogotano y la papa chorreada el caldo de costilla y papas, así como, las empanadas, los indios u hojas de repollo rellenas de carne y las mazamorras, en Tunja los cubios, las chuguas y arracachas preparados en un suculento puchero boyacense y el cuchuco de trigo con espinazo.
En Boyacá se toma también, la mazamorra chiquita la cual lleva carnes, papa, verduras y maíz, el sabajón elaborado con leche fresca, yemas de huevo, un cuarto de botella de aguardiente, azúcar y canela y clavo, mientras que en Cundinamarca disfrutan del sorbete de curuba el cual lleva las curubas maduras, la leche y el azúcar bien batidas, servido bien espesito. Sus postres más conocidos son el de natas, la cuajada con melao, el arequipe, el dulce de mora, las panelitas y las brevas e icacos en almíbar.
Santander sembrado de arracacha conocida como apio, yuca, plátano y granos se mantienen con cabrito, pepitoria, el ajiaco de arracacha, la mazamorra de mazorca, las brochetas de cordero, el conejo sudado, así como, la arepa con chicharron, la carne oreada y las hayacas, pero el más ancestral es el de las hormigas culonas cuya cosecha se da alrededor de los meses marzo, abril o mayo, se comen tostadas con sal y de postre bocadillo veleño.
Los paisas en su región antioqueña y Viejo Caldas dueños de cultivos de café, fríjol, maíz y plátano, preparan la mazamorra bebida hecha con maíz amarillo, leche y panela picada, el mondongo y el caldo de pajarilla (bazo de res) también los fríjoles en la bandeja paisa, las arepas, los buñuelos, el caldo de menudencias, la sopa de oreja, el sancocho de guineo, la torta de mazorca, el mondongo, los tamales paisas, las morcillas y las empanadas, no puede faltar el postre de café y la natilla.
Los Llanos: conocido por el guarapo o jugo de la caña de azúcar, se puede fermentar con un poco de masa de maíz cocinado, famoso igualmente por sus carnes de ganado cebú, por su vasta región se consigue el pescado, el conejo, la ternera conocida como mamona, el chigüiro y la tortuga preparados al estilo llanero, ya sea frito, a las brasas o cocido. No puede faltar en las comidas el ajipique llanero.
La Amazonía ubicada haciendo frontera con Brasil tiene como alimento básico la fariña o mandioca la cual sirve para preparar tortas de cazabe, llamadas también las farofas o arepas de mandioca (yuca brava).
Cauca, cuya capital es Popayán, con el arroz atollado, el tamal y la empanada de Pipián acompañada del nombrado ají de maní. Allí se celebra cada año el Congreso de gastronomía.
El Valle con el champus preparado con maíz trillado, agua, melado de panela, lulos, piña picada, jugo de naranja, astillas de canela, clavos de olor y la ralladura de un cítrico sirve de aperitivo del sancocho de gallina, el pan de bono, los tamales cartagueños y los abojarrados. La arepa de choclo y el manjar blanco pertenecen a su territorio.
Tolima y Huila regiones fruteras de papaya, aguacate y cítricos se conocen con la lechona y los tamales, el sancocho de cola, el pastel de yuca, la torta de bagre, el viudo de pescado y las achiras. En Tolima se toma el masato o bebida de arroz molido con agua, azúcar, astillas de canela y clavos de olor molidos un poco fermentada y los huilenses calman su sed con el boxeador hecho con una botella de leche, papaya partida en trozos, bananos maduros picados, remolacha, miel de abejas, chocolate en polvo, una copa de brandy y azúcar todo bien batido.
Nariño departamento limite con Ecuador prepara la carne de cerdo con salsa de tomate de árbol, el cuy a la brasa como plato típico de la zona.
La Costa Pacífica con sus productos de mar como los langostinos, la langosta y el cangrejo ingredientes de elaborados platos como el arroz marinero, la sopa de almejas, el sancocho de cangrejo y la jaiba, la sopa marinera, el arroz con maduro o el caracol guisado, aparte de las deliciosas carnes, las cocadas y las chancacas como postres.
La Costa Atlántica también caracterizada por sus pescados y mariscos, además del coco, las frutas y el queso aportan recetas como el peto una bebida hecha a base de maíz blanco trillado, leche, canela y panela raspada, la sopa de mojarras, el mote de pescado, arroz con coco por un lado, y por otro el enyucado, la papa rellena y la lengua en leche de coco, las hayacas de Barranquilla, el bollo limpio y la torta de coco. Cartagena también tiene su sancocho de sábalo fuera del arroz con coco, la posta negra o de res, los pescados con achiote, la leche de coco, la arepa de huevo y los enyucados. En la Guajira, a su vez, se come el sancocho de chivo.
San Andrés y Providencia en su calidad de isla tiene su propia gastronomía de la que se distingue el rondón de caracol, el árbol del pan de cuyo fruto se elaboran deliciosas frituras para acompañar los platos típicos, y mariscos guisados con coco.
Esta variedad culinaria refleja todo un mestizaje de culturas y gustos a través de los siglos, aunque cada región conservó su especialidad gastronómica.

Sancocho Colombiana



Este Plato Es Uno De Los Plato Autóctonos De Colombia

Arepas Colombianas



Este Plato Es Uno De Los Plato Autóctonos De Colombia

Los Mejores Chef Del Mundo

hp-slide-oneAcaba de celebrarse en Londres la ceremonia de proclamación de The World’s 50 Best Restaurants, los 50 mejores restaurantes del mundo. El Celler de Can Roca ha desbancado al danés Noma que había encabezado durante los últimos tres años esta prestigiosa lista y que ahora pasa a ocupar la segunda posición, seguido por el italiano Osteria Francescana (Módena) en el tercer puesto y del también español Mugaritz (Errentería), que el año pasado obtuvo la tercera posición y que en esta ocasión pasa a ocupar la cuarta. El  quinto puesto lo ocupa el neoyorkino Eleven Madison Park, que escala cinco posiciones desde su anterior puesto número diez.
Pero ¿quiénes son los cocineros que dirigen estos cinco grandes restaurantes? 

Joan Roca. El Celler de Can Roca, Girona, España
entrevista_a_joan_roca_2Hablar de Joan Roca es hablar del trabajo conjunto y perfectamente coordinado de tres hermanos: el mayor, Joan, en su calidad de chef, Josep, al cargo de la sala como maitre-sumiller y Jordi, el más joven, que ejerce como chef de pastelería. 
Nacido en el seno de una familia dedicada durante tres generaciones a la restauración, que regentaba una sencilla y honesta casa de comida tradicional llamada Can Roca, los primeros recuerdos de Joan se localizan en esa antigua cocina, con su madre al frente y en toda una serie de fieles clientes que a diario disfrutaban de su popular cocina de raíces catalanas.
Después de cursar estudios culinarios en Girona, Joan y sus dos hermanos abrieron en 1986 su propio restaurante, justo al lado del de sus padres, al que llamaron El Celler de Can Roca. Al principio, el restaurante estaba ubicado en un espacio estrecho, mal adaptado, en el que Joan apenas podía moverse en la cocina y con una decoración modesta y muy sencilla. Finalmente, el local fue remodelado para adaptarse a la evolución de la cocina, que había dejado muy atrás la línea casera de sus orígenes para evolucionar hacia unas propuestas mucho más actuales y sofisticadas.
Un conjunto indisoluble
En el actual Celler, los tres hermanos forman un conjunto indisoluble en el que cada uno ejerce su propia área de especialización. Esta pasión conjunta de los hermanos Roca, junto con su dedicación y un servicio impecable y bien formado, ha llevado al El Celler de Can Roca a conseguir su tercera estrella Michelín el pasado año 2010 y la elección como segundo mejor restaurante del mundo por segundo año consecutivo.
Joan Roca mantiene de alguna forma la tradición, pero no se encuentra atrapado por ella, sino que por el contrario basa su éxito en una especial atención al equilibrio, en la creación de platos que contienen dulces, salados y agrios, todo en armonía, sin ningún miedo de adoptar la tecnología más moderna, como por ejemplo usando el vacío para la creación de algunos de sus platos de autor, como el cochinillo ibérico.
Pero también el maridaje de los vinos con su carta es un factor muy relevante. Josep, como sumiller, dispone de un conocimiento casi enciclopédico de los vinos de todo el mundo. Muchos de los platos fueron creados como una colaboración entre los dos hermanos, donde Josep sacó las notas más destacadas de un vino y Joan trabajó para crear un plato que lo complementara. 
Los postres, bajo la responsabilidad de Jordi, disponen también de un toque moderno y muy atrevido, en algunos casos utilizando incluso la deconstrucción de un perfume como base. Jordi logra entresacar y destacar las notas florales, de aromas famosos como el de Carolina Herrera, para después incorporarlos en sus creaciones.
René Redzépi. Noma, Copenhague, Dinamarca
rene-redzepi-ecologia_300_265Nacido en Copenhague en 1977, René Redzépi es hijo de padre emigrante albanés y de madre danesa. Formado, entre otros grandes maestros, con Ferran Adrià en elBulli, además de en establecimientos tan prestigiosos como The Frec. Laundry de Thomas Keller o Le Jardin des Sens, de los hermanos Pourcel, en 2003 abrió su restaurante Noma (No por nórdica y Ma por comida) en los alrededores de Copenhague.
Un peculiar establecimiento con una propuesta gastronómica basada en los ingredientes de su entorno más cercano, una cocina local que explora la identidad y el sabor de los productos frescos de la Europa del Norte, aplicando a las elaboraciones unas técnicas culinarias muy depuradas.
En 2008, René Redzépi recibió el galardón de Madrid Fusión y en 2009 Noma ocupó el tercer lugar en la prestigiosa lista de los 50 mejores restaurantes del mundo. En 2010 alcanza el puesto número uno, desbancando a Ferran Adrià, quien ya había anunciado el cierre de elBulli tras haber ostentado este título durante cinco años, cuatro de ellos consecutivos.
La ‘Biblia’ de la cocina ecológica
Ya en 2005, a los dos años de inaugurar Noma, René Redzépi logró impulsar "The Manifesto for the New Nordic Kitchen" (Manifiesto por la nueva cocina nórdica), un código culinario que promovía el uso de las materias primas del entorno más cercano, la interacción entre cocineros y agricultores y la cocina sostenible, logrando una gran aceptación no solo entre sus colegas más próximos de Dinamarca y Países Nórdicos, sino también entre la mayoría de los jóvenes eco-chefs de medio mundo que han llegado a considerarlo como “la Biblia” de la cocina ecológica.
Lo mejor, aseguran sus clientes, es la calidad y frescura de las materias primas que utiliza: violetas de marzo, ajos silvestres, algas de la costa, saúco molido, acedera, cigalas vivas, carne de buey semisalvaje...
En una reciente entrevista al londinense diario The Guardian, Redzepi explicaba: “Tengo a mi disposición una red de buscadores profesionales que me consiguen piezas únicas. Desde hace años trato con un extraño personaje, un tipo con los dientes en todas direcciones que busca setas desde los años 70. Este hombre mantiene al día una libreta donde anota el lugar de sus hallazgos y las condiciones meteorológicas en que la Naturaleza produce sus tesoros. Ese libro es su gran secreto, algo parecido a la receta de la Coca Cola”.
Massimo Bottura. Osteria Francescana, Modena, Italia
Massimo_Bottura2A sus 49 años, Massimo Bottura es un atrevido y sensible chef que ha sabido conjugar espléndidamente la tradición y la vanguardia. Como en otros proyectos de restauración actuales, varios ayudantes de muy alto nivel experimentan a diario con los sabores y las texturas en un entorno que más parece un laboratorio físico-químico que una cocina propiamente dicha.
Bottura es el creador, propietario y chef del restaurante Osteria Francescana, un local que abrió sus puertas por primera vez hace ahora 20 años en una antigua posada para peregrinos anexa a un convento franciscano de la ciudad de Módena, capital de una región internacionalmente reconocida por su producción del famoso vinagre balsámico.
Durante este tiempo, en el que el restaurante ha escalado hasta el quinto puesto del ranking mundial, además de obtener dos estrellas Michelín, la Osteria ha ido ocupando, poco a poco, varios de los edificios contiguos y añadiendo a sus paredes algunas de las mejores piezas de arte contemporáneo del mundo, un tema del que Massimo se declara apasionado experto y coleccionista.
Nacido en Módena en 1962 en una familia de acomodados propietarios de pozos petrolíferos, se interesa desde muy joven por la gastronomía. En 1986 compra una antigua taberna en Campazzo, cerca Nonantola, donde aprende a conocer los misterios de la cocina de la región, la llamada cocina “emiliana”.
En 1992 consigue que el mítico Alain Ducasse le invite a pasar unos meses en su histórico restaurante Le Louis XV en Mónaco, donde se familiariza con las reglas de la nueva cocina. En el 2000 y después de una visita a la Osteria Francescana, Ferran Adrià le invita a pasar unos meses en elBulli, donde entra en contacto con la cocina molecular.
“Al cocinar me gusta pensar que hago arte”
El planteamiento culinario de Bottura es el de conseguir en sus innovadores platos una unión perfecta entre texturas, temperaturas y sabores, una actividad con la que Massimo reconoce disfrutar plenamente, porque según afirma “al cocinar me gusta pensar que hago arte”.
Entre sus especialidades se encuentran platos que invitan a descubrir un abanico de sabores, como los raviolis rellenos de cotechino, las lentejas con salsa de alubias o la clásica ensalada Caesar preparada con vinagre de Módena, platos preparados con unos toques de color y unas texturas que los hacen irresistibles, además de al paladar, a la vista.
Andoni Luis Aduriz Mugaritz, Rentería, España
Andoni-Luis-AdurizEste joven chef vasco, reconocido por los más importantes medios internacionales como “el fenómeno gastronómico más importante en el panorama mundial de los últimos tiempos”, nació en 1971 en San Sebastián.
Su primer encuentro con la profesión, como ocupación de fin de semana y de vacaciones, mientras cursaba estudios de hostelería, fue en una sencilla pizzería. Tras finalizar su formación académica, comienza a trabajar con los grandes chefs, entre ellos Ramón Roteta, Hilario Arbelaitz, Jean Louis Neichel, Juan Mari Arzak, Fermín Arranbide y Pedro Subijana.
Entre 1993 y 1994 forma parte del equipo de elBulli, con Ferran Adrià a la cabeza, del que es claro discípulo. En 1996 se hace cargo de la cocina de Martín Berasategui, hasta que en 1998 decide montar en solitario su propio restaurante, Mugaritz, emplazado en el antiguo caserío de Otzazulueta, en lo más profundo del País Vasco, justamente en la línea divisoria entre Errenteria y Astigarraga, en la provincia de Guipúzcoa.
Reconocido por la mejor prensa mundial, Andoni Luis Aduriz figura con frecuencia en las páginas de revistas más prestigiosas del sector, que le dedican amplios artículos con definiciones como la de “chico prodigio” hecha por el crítico de The New York Times, Frank Bruni, o la que le otorga la revista gastronómica francesa “Omnivore” calificándole como “una de las 15 mejores historias de la nueva cocina que hayan ocurrido en los últimos años”.
Una carrera fulgurante
Lo cierto es que desde la apertura de Mugaritz, Andoni Luis Aduriz ha sido destacado con el Premio Nacional de Gastronomía y el premio Euskadi de Gastronomía, además de poseer dos estrellas Michelín y haber llevado a su restaurante hasta el actual tercer puesto en la lista de los mejores restaurantes del mundo.
En cuanto a sus propuestas gastronómicas, Andoni Luis Aduriz es un chef reconocido por su excelente capacidad técnica, al tiempo que ha ido desarrollando una cocina fresca e imaginativa a la que incorpora un buen número de elementos de la naturaleza, como flores y plantas silvestres, creaciones que responden a una filosofía basada en la constante búsqueda de la perfección en cada uno de sus platos.
Daniel Humm. Eleven Madison Park, Nueva York, EE.UU.
1339661336_daniel-humm-43Nacido en Suiza, Daniel Humm comenzó su formación culinaria a la edad de 14 años como aprendiz  pasando a cocinar en algunos de los mejores hoteles y restaurantes suizos. 
Humm obtuvo su primera estrella Michelin a los 24 años de edad como Chef Ejecutivo en Gasthaus zum Gupf, en los Alpes suizos. En 2003 se convierte en Chef Ejecutivo de Campton Place en San Francisco y recibe cuatro estrellas en el San Francisco Chronicle . 
Tres años más tarde, Daniel Humm ocupa el puesto de chef ejecutivo de Eleven Madison Park. Bajo su liderazgo, este restaurante neoyorkino fue designado Grand Chef Relais & Châteaux en 2008 y recibió cuatro estrellas de The New York Times en 2009. 
En 2010, Daniel Humm recibió el premio James Beard al Mejor Chef de Nueva York